A lo largo del día estamos expuestos a numerosas distracciones que terminan por hacernos perder mucho tiempo. Lo que sumado a nuestra jornada laboral y a nuestra vida social, hace que nunca veamos el mmento para ponernos a limpiar la casa. Seguro que en tu día a día dedicas más de 15 minutos a ver la tele, a jugar al ordenador o a cotillear las redes sociales. Te proponemos que esos 15 minutos los dediques a hacer determinadas tareas de la casa que no te llevarán más que eso y, de esta forma, verás como tu casa está un poco más limpio y ordenado, lo que te creará mucho menos estrés.
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Quitar los pelos de tu mascota
Nuestras mascotas son adorables pero lo dejan todo lleno de pelo. Para quitarlos del sofá, de las sillas y de la alfombra, coge unos guantes de los de lavar los platos y desliza la mano por el tejido. Si el tejido puede mojarse, será incluso más fácil. Verás cómo logras quitar muchos pelos. Si quieres, puedes terminar depsués pasando un poco la aspiradora.
Elimina las marcas de huellas dactilares
En casi todos los lugares que tocamos, quedan impregnadas las huellas de nuestros dedos. En la tele, los marcos de las puertas, los interruptores de la luz, los tiradores, etc. Pasa un paño húmedo con un poco de limpiador y elimina todas las que puedas.
Limpiar la bañera
Cuando vamos dejándolo, la bañera empieza a tener una costra de suciedad que se ha ido formando con la espuma y que cuesta mucho sacar, por lo que nos da pereza. La buena noticia es que solamente tienes que echar limpiador de baño y dejarlo reposar durante 5 minutos en los que podrás hacer lo que quieras. Después pasa la esponja y aclara. Todo quedará reluciente sin necesidad de frotar.
Limpiar la nevera
Obviamente no podemos limpiar la nevera en sólo 15 minutos, pero sí el exterior. Piensa que por la nevera pasan muchas manos y que además se van acumulando polvo y partículas de comida. Dale con una bayeta y jabón y quedará perfecta.
Limpiar los grifos
La cal del agua va manchando los grifos de la cocina y del baño y si no los secamos, se quedan horribles. Con un poco de paciencia y pasta de dientes, conseguirás que queden relucientes.