En la actualidad, la mayor parte de las personas pasamos el tiempo dentro de edificios cerrados, y con frecuencia el aire que respiramos puede resultar peligroso para nuestra salud debido a los altos niveles de contaminación. Con el tiempo, los aparatos de calefacción y aire acondicionado van acumulando suciedad, polvo, ácaros, bacterias, mohos y hongos, ya que la humedad, la temperatura y los espacios cerrados se convierten en el caldo de cultivo perfecto para la proliferación de este tipo de contaminantes biológicos.
La cuestión es que una limpieza diaria de nuestras instalaciones no es suficiente para lograr una higienización global, pues no impide que los conductos del aparato del aire acondicionado generen y transporten sustancias alérgicas y contaminantes biológicos que pueden dar lugar a enfermedades respiratorias graves.
¿Por qué es esencial limpiar los conductos de aire acondicionado?
Solamente con una adecuada limpieza de los conductos de aire acondicionado lograremos evitar el llamado síndrome del edificio enfermo y solucionar problemas de obturación que muchas veces pueden provocar una reducción del rendimiento general del sistema de ventilación.
Puede que tengamos un aparato de aire acondicionado de última generación, pero si no realizamos un buen mantenimiento, no funcionará correctamente y puede que nos encontremos con costosas averías en el futuro. Gracias a ello, prolongaremos la vida útil de nuestro aparato y, al mismo tiempo, ahorraremos en la factura de electricidad.
Pero además, debes saber que la limpieza de conductos de climatización no sólo ayuda a conseguir una calidad del aire óptima para la salud, sino que además es una práctica obligatoria. Las normas UNE-EN 100012:2005 y UNE-EN 15780:2012 establecen los criterios de higienización para los sistemas de climatización.
¿Cuándo limpiar los conductos del aire acondicionado?
Es cierto que este tipo de aparatos se usan casi siempre en verano, pero su cuidado no debe realizarse únicamente durante esos meses, sino a lo largo de todo el año. Y es que el mejor tratamiento en la mayor parte de los casos es sencillamente la prevención.
Por ejemplo, los filtros del aire acondicionado son los que se encargan de capturar el polvo o la suciedad del aire. Si no realizamos una limpieza de los conductos del aparato de aire acondicionado de manera periódica, los filtros pueden obstruirse y provocar malos olores, una mala calidad del aire, un funcionamiento deficiente y posibles roturas del compresor.
La cuestión es que la limpieza de los conductos del aire acondicionado no es una labor sencilla y siempre debe ser realizada por un profesional especializado en este tipo de aparatos. Y es que este tipo de mantenimiento no solamente incluye la limpieza de los conductos en sí, sino también otros puntos que son importantes para evitar averías. Es recomendable hacerlo al menos una vez al año. De esta forma, tendremos la total seguridad de que el aire que respiramos se encuentra libre de bacterias y que es de óptima calidad, lo que evitará posteriores problemas para la salud. Pero también de que funcionará correctamente y de que el consumo energético será menor.